Se enfoca en abordar los trastornos de la deglución, que pueden surgir como resultado de diversas condiciones médicas. Este tipo de terapia se centra en evaluar y tratar las dificultades para tragar, con el objetivo de mejorar la seguridad y eficacia al ingerir alimentos y líquidos. La terapia puede incluir ejercicios específicos para fortalecer los músculos utilizados en la deglución, técnicas de modificación de la consistencia de los alimentos y líquidos, así como estrategias para mejorar la coordinación entre la respiración y la deglución.